Jacob y el rebaño de Labán
Nº de catálogo:
60

Restaurado expresamente para esta exposición, este bellísimo lienzo, bien conocido y siempre citado entre las obras capitales del maestro, se revela como pieza singularísima en un momento clave de su evolución estilística.

Se ha hablado en más de una ocasión de una posible influencia de Velázquez sobre el maestro valenciano, en ocasión del paso del primero por Nápoles en 1630. No creo que pueda aceptarse una influencia directa a través de obras concretas, pues Velázquez estuvo poco tiempo en la ciudad, y pintó allí solamente un retrato, el de la hermana de Felipe IV, cuyos planteamientos poco tenían que ver con los que exige un lienzo de asunto bíblico como éste. La evidente transformación en sentido lumínico y pictoricista que este lienzo permite señalar, se ha relacionado con la fuerte impresión que en Ribera debieron producir las obras de Castiglione, el «Grechetto». El gran artista genovés se hallaba en Roma desde al menos 1632, que es precisamente la fecha de este lienzo, y no se trasladó a Nápoles hasta después del Carnaval de 1635.

Es posible que Ribera viajase a Roma con más frecuencia de lo que pudiese, en principio, pensarse, aunque sólo consta que allí estuvo en 1626, en ocasión de su entrada en la Orden de Cristo.

En cualquier caso, el Jacob de El Escorial, permite advertir una perfecta asimilación de modos neovenecianos y un sentido de la materia, empapada de luz y vibrante de reflejos plateados de una sutileza y maestría del todo nuevos, aunque la estructura general siga siendo, en principio, caravaggista. Sin embargo, la creciente importancia del paisaje y la vivacidad de la composición —en la que juegan papel definitivo la fuerte diagonal que marcan las ovejas del primer término— hacen de este lienzo una considerable avanzada hacia el pleno barroco que Ribera va lentamente asumiendo.

La fecha, que ha sido leída en ocasiones como 1634, es ahora, tras la limpieza, perfectamente visible como 1632, lo que subraya la importancia fundamental del lienzo en la evolución del estilo del maestro.

El lienzo se halla en El Escorial desde al menos 1681, en que el Padre Santos lo menciona con precisión en la Galería de los Aposentos Reales, diciendo que Carlos II «en los primeros viajes que hizo a ver a aquella Maravilla, la mandó adornar tan magestuosamente que es de lo grande que hay en ella esta Galería».

Probablemente este lienzo—como su compañero San Pedro liberado por el ángel, que se conserva también en el monasterio, son los dos lienzos que poseía en 1669 el Duque de Sanlúcar y Duque de Medina de Las Torres y que fueron tasados por Carreño y Cabezalero en dicho año en 300 ducados cada uno.

Marcus Burke, al dar a conocer este inventario
(1989, pp.132-136), supuso que esos lienzos eran el Sueño de Jacob y el San Pedro liberado que conserva el Museo del Prado. El inventario se refiere simplemente a un cuadro «de Jacob», sin especificar a qué episodio de su historia se refiere. La fecha de 1669, ya en el reinado de Carlos II, hace mucho más lógico que los cuadros pasasen entonces a la colección real y fuesen pronto instalados en El Escorial, donde ya estaban en 1681. Además, en El Escorial se menciona también desde la edición del Padre Santos de 1681 una Adoración de los pastores grande, descrita con sumo elogio, que ha de ser la que también figura en el inventario de Medina de las Torres con la más alta tasación (600 ducados).

Los cuadros que hay en el Prado fueron comprados por Isabel de Farnesio y, como se dirá en su lugar, proceden seguramente de otra colección del Seicento, la de D. Jerónimo de la Torre (Cat. 96). Dada la fecha de 1632, y el hecho de que Medina de las Torres fue Virrey de 1638 a 1643, si, como creo, perteneció a su colección, no puede considerarse como encargo suyo, sino como adquisición, subrayando aún más su interés por poseer obras del pintor.

Se conocen varias réplicas y copias de la composición, que debió de ser muy estimada. De taller debe de ser la de la colección del Earl of Derby en Knowsley Hall. Otra, en el Museo de San Carlos de México (Jaime G. Cuadrillo, «El Jacob de Ribera. Origen y estilo de un tema, Museo de San Carlos», Boletín, VI, 6, pp. 111-126). En la Manchester Art Gallery se guarda una réplica con la composición invertida y otra análoga en la colección Lord Jarniaden, en Londres. Una copia apareció en venta en Christie's en Londres en 1972. El mismo asunto fue elaborado más tarde por el propio maestro en un lienzo de composición algo distinta y de más amplio espacio luminoso, conocido a través de una copia completa que guarda el Museo Cerralbo (Spinosa, 1978, n.° 258) y de un fragmento del original, firmado en 1638, de la National Gallery londinense (Spinosa, 1978, n.° 130).
                                                                           [A. E. P. S.]


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