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Procedente de El Escorial, como el Santiago
(Cat. 34) donde los recoge el Padre Santos desde 1667, y ya Ceán Bermúdez
se refiere a ellos dando por supuesto que constituían pareja la difícil lectura de
la fecha hizo que haya sido datado de modo diverso en ocasiones. Mayer creo que
correctamente leyó la fecha de ambas firmas como 1631. Trapier, sin embargo,
interpretó la de éste como 1651. Felton, creyendo ver ciertas diferencias estilísticas,
difícilmente advertibles entre ambos lienzos, creyó el San Roque de 1631 y el Santiago,
sin embargo, de 1651.Como observó
Spinosa, las diferencias estilísticas entre ambos son mínimas; sus dimensiones que
difieren un poco debieron de ser en origen idénticas, resultando modificadas sólo
en ocasión de alguna antigua restauración. El hecho de que hayan estado siempre
emparejadas ambas obras, desde que fueron enviadas a El Escorial por Felipe IV, hace
pensar que se concibieron juntas.
En su instalación en el Monasterio escurialense,
Velázquez dispuso el Santiago en el Capítulo del Prior, y el San Roque
en la Sala Prioral, ambos en el muro de las ventanas.
En técnica, e incluso en modelo, está muy cerca
de los lienzos del Apostolado, correspondiendo perfectamente a cuanto sabemos de
su modo de trabajar en esos años en torno a 1631. La monumentalidad de la figura y la
presencia de un sólido elemento vertical de apoyo, que subraya el carácter de solemne
aplomo de la figura, se hermanan con la Mujer barbuda (Cat. 32), pintada
el mismo año. El realismo vivísimo del perro, compañero inseparable del santo, expresa
bien la maestría del pintor en la representación de animales.
[A. E. P. S.]
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