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Fue donado al Prado y
se desconoce su procedencia anterior. Se trata de una obra poco estudiada y aunque la
firma es absolutamente auténtica se ha desconfiado de su autoría.La existencia de otro ejemplar virtualmente idéntico,
aunque de dimensiones más pequeñas, en la Alte Pinakothek de Munich, confirma la
existencia de un original de Ribera, que debió de ser conocido y estimado en su tiempo, y
no hay razones de peso, ni históricas ni estéticas, para negar que sea el ejemplar del
Prado, de tan extraordinaria calidad técnica.
Ya Mayer señaló que se debía de tratar del
lienzo que pasó desde la regia Pinacoteca de Capodimonte, de Nápoles, al Museo
Napoleón. Se trataba de una «mezza figura di una vecchia che pesa oro» y era compañero
de otro lienzo con un viejo.
No hay noticias posteriores de ese lienzo, y se
ignora dónde pudo adquirirlo D. Xavier Laffite, que lo legó al Prado en 1930, pero
parece que la identificación debe aceptarse.
Se ha señalado que la misma imagen aparece en
una composición compleja, la llamada Reunión de Físicos de la colección de
Lord Methuren, en Corsham Court, atribuida un tiempo a Ribera, aunque quizá sólo sea
obra de un seguidor, copiando motivos del maestro.
Spinosa creyó que podría atribuirse «con mayor
verosimilitud» a Francesco Fracanzano joven o «a un pintor napolitano de fuerte impronta
riberesca, pero de muy distinta intensidad expresiva».
[A E. P. S.] |