| La obra del
autor Coetáneo de Diego de Velázquez y uno de los principales representantes de la pintura madrileña del siglo de oro, Antonio de Pereda (1611-1678) destacó enseguida por su naturalismo y por su brillante y rico colorido, de inspiración veneciana. La solidez formal de sus tipos humanos proviene, en cambio, de la escuela de Vicente Carducho. En buena medida, debió su éxito a su maestría en el color, sus composiciones equilibradas y su sorprendente minuciosidad en la representación de los objetos y de sus diferentes texturas, rasgo que lo vincula también con la tradición flamenca. Realizó obras de varios géneros, pero sobresalió en la pintura de bodegones moralizantes o vánitas, meditaciones barrocas —de carácter alegórico— sobre la fugacidad de la vida y la caducidad de los bienes materiales. Sus lienzos pueden contemplarse en numerosas instituciones religiosas de Madrid y en algunos de los principales museos europeos, incluido El Prado. La Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) posee una bellísima vánitas titulada El sueño del caballero y atribuida durante años a Pereda. |