Influencia de la religión en la vida pública

Desde los estratos más altos a los más bajos la sociedad, es conocido, el papel protagonista que ocupaba la religión en la vida cotidiana de la época. Se considera un aumento del 50 por 100 del estamento eclesiástico, alcanzando un gran poder económico, político y social.

Conventos, iglesias y fundaciones religiosas surgieron por toda la Villa, y el culto barroco, suntuoso y solemne, era practicado por todos diariamente. Los sermones eran espectaculares, en cierta forma teatrales, y la fama del orador sagrado, del predicador, constituía un fenómeno social. Las procesiones, como manifestación externa del culto, adquirieron gran relevancia, participando la ciudad entera en ellas. Estaban relacionadas con cofradías, devociones, y celebraciones de muy distinta índole.

Todo ello dio lugar a una importante demanda del arte religioso en todas sus vertientes, arquitectura, escultura, pintura y artes menores.