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Influencia de la religión en la vida política La religión, sirvió a la dinastía de los Habsburgo y a sus gobernantes, como el mejor escudo y argumento para los principales movimientos políticos. En América, la cristianización de los indios, y en Europa, la lucha contra los infieles y herejes. La España de los Austrias tenía un deber: preservar, defender y propagar la fe, actuando como el brazo derecho de la Iglesia. Este sentido de misión global se completaba con una estrecha identificación entre trono y altar; el gobernante de España era el portaestandarte de la causa de Dios y sus apariciones públicas estaban en su mayor parte vinculadas a ocasiones religiosas, tales como la asistencia a misa o a autos de fe y participación en procesiones religiosas. También se subrayaba la especial relación entre Dios y el rey en el estilo oficial de arquitectura cortesana inspirada por El Escorial, parte palacio, parte iglesia, parte monasterio. El palacio del Buen Retiro es una buena muestra de ello. Esta constante alusión a los lazos sagrados que ligaban a Dios y al rey parece tener un doble propósito; ante el mundo como el más católico de los reyes, y en la propia España, proporcionaba un importante factor de cohesión política y social. Iglesia y rey eran los dos únicos elementos comunes en la dispar y fragmentada monarquía española, y la uniformidad religiosa, que el rey, la Iglesia y la Inquisición se encargaban de mantener, era garantía para un continuado orden y estabilidad políticos. |
