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Explicación del porqué del palacio
El llamado Siglo de Oro coincidió con el reinado de Felipe IV, época en que los reveses
políticos y militares se contrarrestaron con el esplendor y desarrollo de las Artes.
Como un grandioso espejismo surgió el conjunto palaciego del Buen Retiro, un nuevo
Sitio de recreo, a las afueras de la ciudad, que con sus fabulosas colecciones
artísticas y con sus no menos fabulosas fiestas cortesanas -donde se daban la mano la
pintura y la literatura, la música y el teatro, el deporte y la danza, los fuegos de
artificio y otras algarabías más o menos populares- triunfó como residencia, recibiendo
con frecuencia la visita ocasional o la estancia prolongada de los monarcas, su
séquito y visitantes extranjeros, ganando en protagonismo a cualquiera de los otros
Sitios Reales.
Amante apasionado de la pintura, la música, la danza y el teatro, este rey melancólico
y poeta, no sólo se sirvió del nuevo palacio para satisfacer sus aficiones personales,
sino para mostrar ante su Corte y ante el mundo entero la magnificencia y el poder de
los Austrias españoles.
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