La recuperación de Bahía del Brasil
Juan Bautista Maíno
Biografía del pintor

Hijo de un caballero milanés y de la portuguesa marquesa de Figueredo, Juan Bautista Maíno nació en Pastrana (Guadalajara), en 1580. Durante su juventud viajó por Italia, y allí  asimiló el clasicismo del pintor boloñés Aníbal Carracci y el naturalismo tenebrista de Caravaggio, que suavizó con tonalidades ricas y transparentes. En 1611 trabajaba como pintor para la catedral de Toledo, y en 1613 profesó como dominico en el convento toledano de San Pedro Mártir, mientras realizaba su retablo mayor y varias pinturas al fresco.

Antes de tomar los hábitos, pintó también en la ciudad del Tajo una importante serie de obras mitológicas. Hacia 1620 fue nombrado profesor de dibujo del príncipe heredero, futuro Felipe IV, lo que le permitió emprender una fructífera relación con la corte,  participar en la decoración del Salón de Reinos (1634) y destacar así en los círculos intelectuales de la cultura madrileña, donde gozó de prestigio y autoridad. Murió en Madrid en 1649.

Comentario artístico del cuadro

La recuperación de Bahía del Brasil conmemora la hazaña de don Fadrique de Toledo, que en mayo de 1625 consiguió arrebatar a los holandeses el puerto brasileño de Bahía de Todos los Santos, devolviendo su soberanía a la Corona española. El lienzo, obra de madurez de Juan Bautista Maíno, constituye una pieza maestra y destaca en el conjunto por su luminosidad y su originalidad en el tratamiento del tema, huyendo del triunfalismo y mostrando con sencillez el dolor de la guerra.

Al fondo y con aire teatral, don Fadrique muestra a los vencidos un retrato alegórico de Felipe IV pisoteando la Herejía, la Ira y la Guerra, mientras una Victoria y el conde duque de Olivares coronan al monarca con laureles. En primer plano se muestran las secuelas de la batalla: ajenas a la celebración del triunfo, dos personas socorren a un soldado malherido ante la mirada doliente de varios hombres, mujeres y niños, encarnación viva y realista de la Piedad, la Caridad y el Sufrimiento.

Biografía de los personajes

Miembro de una noble familia española originaria del siglo XVI, don Fadrique de Toledo Osorio (1580-1634) fue capitán general de la Armada española y desempeñó un papel de primera importancia durante la conquista de América, luchando en las Antillas contra los franceses y los ingleses.

La obra del autor

Juan Bautista Maíno nació en la pequeña corte del príncipe de Éboli, en Pastrana (Guadalajara), y su infancia transcurrió en un entorno culto y refinado, que debió de despertar su vocación artística. Entre 1600 y 1610 viajó por Italia, y se inició en la pintura como discípulo del clasicista Aníbal Carracci, en cuya academia pudo entablar amistad con Guido Reni. También se interesó por el naturalismo directo y tenebrista de la escuela de Caravaggio, que inspiró sus composiciones y sus efectos de claroscuro, suavizados por el uso de colores más claros.

Según sus coetáneos fue un artista culto, discreto e influyente, cualidades que desarrolló por su linaje, su condición de monje dominico y su vinculación con la cultura toledana y la corte de Madrid. La extraordinaria calidad de sus obras confirma, además, su maestría como pintor, patente en una producción escasa pero de enorme variedad.

Maíno cultivó con éxito el retrato, la mitología, la pintura de historia y los asuntos religiosos, y destacó también como miniaturista. Sus principales obras se conservan en el convento de San Pedro Mártir de Toledo y en el Museo del Prado.