| Biografía del
pintor Hijo de un modesto pintor, Antonio de Pereda nació en Valladolid en 1611, aunque la prematura muerte de su padre lo obligó a trasladarse a Madrid. Aquí comenzó su andadura como pintor en la escuela de Pedro de las Cuevas, donde contactó con otros jóvenes artistas y destacó por la calidad de su pintura, por su naturalismo y por su fina sensibilidad colorista, de inspiración veneciana. Pronto se granjeó el afecto y la protección de varios ilustres personajes, como el italiano Juan Bautista Crescenzi, que le abrió las puertas de la corte y lo recomendó para colaborar en la decoración del Buen Retiro.
La muerte de Crescenzi, en 1635, lo distanció del ambiente cortesano y lo llevó a refugiarse en la pintura religiosa, que cultivó trabajando por encargo de los eclesiásticos o para satisfacer la devoción privada. A esta época corresponden algunas de sus obras maestras. Al final de su vida experimentó una cierta decadencia, ya que no logró adaptarse al barroco decorativo y escenográfico que comenzaba a imponerse en el reinado de Carlos II. Murió en Madrid en 1678. |