Comentario artístico del cuadro

El socorro de la plaza de Constanza conmemora un episodio de la guerra de los Treinta Años, enmarcado en un plan que concibió el conde duque de Olivares para expulsar a los suecos y a sus aliados de la ruta del Rin y facilitar el movimiento del ejército español.

En 1633, y al mando del duque de Feria, las tropas de Felipe IV consiguieron liberar de su asedio a la ciudad suiza de Constanza. En este lienzo, obra tardía de Vicente Carducho (1634), el artista realizó una composición convencional y poco afortunada: en primer plano representó al duque de Feria a caballo, escoltado por sus soldados y por un pequeño paje.

Erguido sobre su caballo en corveta y con la bengala en la mano derecha, el general adopta una actitud triunfal y grandilocuente, que intenta rememorar sin éxito la solemne grandeza de los retratos ecuestres de los reyes pintados por Velázquez. Al fondo se describe la batalla con tal precisión que podemos distinguir los muros de la ciudad asediada y los movimientos de las tropas, aunque la obra pierde frescura y verosimilitud.