| Comentario
artístico del cuadro El socorro de Génova por el marqués de Santa Cruz conmemora una de las primeras victorias de Felipe IV. En 1625, la república de Génova, tradicionalmente aliada de España, fue ocupada por las tropas francesas del duque de Saboya, que sometieron a la ciudad a un duro asedio. La escuadra española, comandada por el general don Álvaro de Bazán, segundo marqués de Santa Cruz, liberó la plaza y devolvió a Génova su soberanía. Pereda plasmó la emoción y solemnidad de este momento, centrando su atención en el encuentro entre las autoridades genovesas, encabezadas por el Dux y los militares españoles, precedidos por su heroico general. Sobre un fondo en el que todavía se perciben los últimos fragores de la batalla destacan, por su belleza y su colorido, las ricas armaduras de los soldados y las túnicas de la comitiva genovesa, que componen en su conjunto una obra maestra. |