¿Qué representa el Rey?

En la era del absolutismo el monarca aparecía como Dios en la tierra para ser reverenciado y adorado, en una estrecha identificación entre trono y altar. Para los españoles de la época, tan sólo el especial favor de Dios podía haber otorgado a su rey tantos dominios y haberle concedido un imperio de unas dimensiones sin precedentes, en el que nunca se ponía el sol. La grandeza histórica de España tenía un sentido de misión global, concebido en términos religiosos y dinásticos por igual, siendo la supremacía del rey considerada como algo fuera de discusión.

La imagen de un rey justo, remoto pero asequible siempre que fuera necesario, proporciona la precisa válvula de escape en sociedades sometidas a explotación social y económica y a abusos administrativos, siendo el grito colectivo en momentos de graves crisis, ¡ Viva el rey y muera el mal gobierno! .