La recuperación de la isla de San Cristóbal
Félix Castelo
Biografía del pintor

De madre española y natural de Madrid (1595), Félix Castelo perteneció a una prestigiosa familia de artistas. Hijo de un pintor italiano y nieto del famoso arquitecto, pintor y escultor Juan Bautista Castello, el Bergamasco; ambos contratados por Felipe II para trabajar en El Escorial, Félix comenzó su aprendizaje en el ambiente artístico del monasterio filipino.

Completó su formación con Vicente Carducho, con quien colaboró asiduamente como oficial y a quien le unió una sincera amistad. En 1617 y 1627 solicitó una plaza de Pintor del Rey, a fin de consolidar su prestigio dentro y fuera de la Corte y de ingresar en los círculos artísticos de la Corona, siguiendo una práctica habitual en los pintores coetáneos.

Ninguna de las dos veces logró su propósito, pero la protección de su maestro Carducho le proporcionó encargos esporádicos para el Alcázar y le permitió participar en la decoración del Buen Retiro con una pintura de batallas, un retrato para el ciclo de los reyes godos y una serie con vistas de las casas de campo de la monarquía española. Murió en Madrid en 1651.

Comentario artístico del cuadro

La recuperación de la isla de San Cristóbal conmemora una de las victorias más efímeras del reinado de Felipe IV, pese a lo cual se incluyó en el programa de glorificación del Salón de Reinos. Entre 1634 y 1635 Félix Castelo pintó esta modesta hazaña protagonizada por don Fadrique de Toledo, el salvador de Brasil, en 1629.

Cuando iba camino de América para escoltar los cargamentos de plata de la flota española, el general recibió órdenes de fondear en la pequeña isla caribeña de San Cristóbal y expulsar a los ingleses y franceses que la habían ocupado ilícitamente. Bastó un pequeño ejército y una rápida intervención para que el militar español pusiera en fuga a los intrusos al quemar sus plantaciones de tabaco, y restableciera la soberanía española sobre este pequeño territorio de las Antillas.

Todo ello quedó plasmado en el lienzo de Castelo, que empezó a pintar cuando los forasteros habían tomado nuevamente la isla. En primer plano, destaca la gallarda figura del militar con la bengala de mando en la mano. Sus ropas y su fisonomía son similares a su otro retrato del Salón de Reinos, pintado por Maíno.

Biografía de los personajes

Miembro de una noble familia española originaria del siglo XVI, don Fadrique de Toledo Osorio (1580-1634) fue capitán general de la Armada española. Luchó en las Antillas contra los franceses y los ingleses, desempeñando un papel de primera importancia durante la conquista de América.

La obra del autor

Discípulo de Vicente Carducho, Félix Castelo fue uno de los que mejor asimiló las enseñanzas de su maestro, tanto en lo que se refiere al estilo pictórico como a la composición y a los modelos y tipos humanos. De hecho, algunas pinturas de su mano fueron atribuidas a Carducho, confusión provocada por el propio Castelo al utilizar en varias de sus obras algunos dibujos de aquél. Su producción fue muy escasa, aunque abarca géneros tan distintos como el religioso, el retrato, el paisaje o la pintura de historia.

Destacó por la riqueza y armonía del colorido, así como por su habilidad para componer escenas de gran amplitud, con numerosos personajes en movimiento y profusión de detalles naturalistas, tal y como se comprueba en el cuadro que realizó para el Salón de Reinos. A la muerte de Carducho fue designado para tasar las pinturas y dibujos del artista, circunstancia que aprovechó para comprar diversos colores y estampas, que utilizaría en su obrador. Algunas de sus obras pueden verse en el Museo del Prado, en Getafe (Madrid, Iglesia de La Magdalena) y en Canarias (Iglesia de San Juan de Teide).