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DescripciónLa propuesta que se presenta a continuación es una actividad complementaria al módulo
IX de
Mi mundo en palabras, que lleva por título «Excursión a la granja».
La actividad tiene por objetivo que los alumnos, como tarea final y ayudándose de la mímica, dramaticen una canción del repertorio infantil y jueguen con ella. La canción es «El burro enfermo». Para ello, realizarán las actividades de las fichas 1 y 2 que les servirán para entender y memorizar el vocabulario de la canción. La letra presenta un vocabulario sencillo y conocido por los niños referido a las partes del cuerpo, por lo que la propuesta servirá para activarlo.
La actividad se pretende utilizar también para promover entre los alumnos la práctica de la lengua gracias a la creación de un ambiente extremadamente relajado al que contribuye la utilización de la mímica en la dinámica propuesta. El pretexto de ir imitando a un animal, simulando los dolores que
este padece, su forma de quejarse según le duela cada parte del cuerpo, hace que el niño se sienta libre de expresarse aunque lo esté haciendo en una lengua extranjera. La dinámica de grupo, además, sirve de ayuda para que esto se cumpla. |
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Introducción a la actividad
Es importante que los alumnos sepan que van a trabajar con una canción («El burro enfermo») cuyo protagonista es un animal. Ya que la actividad se basa esencialmente en la mímica y en la dramatización, como actividad introductoria, puede pedirse a los alumnos que jueguen a imitar a diversos animales recurriendo a la mímica y a las onomatopeyas correspondientes (que se han trabajado en la actividad 2 de la sección «Animales domésticos» del módulo
IX de
Mi mundo en palabras).
Para ir adentrando a los alumnos en otros temas que se van a tratar en la actividad, se puede pedir también a los alumnos que dramaticen estados de ánimo en los que pueden encontrarse los animales representados. Otra opción, para activar los estados de ánimo, es proceder de la siguiente manera. Muestra a tus alumnos distintas tarjetas que puedes confeccionar con dibujos alusivos a los estados de ánimo. Muéstraselas para que entre todos vayáis señalando cuál es el estado de ánimo representado en cada una. Puedes trabajar con las tarjetas haciendo lo siguiente:
- Escribe en carteles el nombre de los estados de ánimo de cada una de las tarjetas. Proponles luego una actividad de relacionar tarjetas y carteles. De esta manera, ya tendrán identificados y definidos los estados de ánimo.
- Establece parejas y reparte a cada par de alumnos una tarjeta con el dibujo de un estado de ánimo y el cartel de otro. Pídeles que representen con mímica el estado de ánimo que aparece en la tarjeta que han recibido. A cambio, y como premio a su representación, recibirán el cartel correspondiente.
- Para terminar esta actividad introductoria, lleva a clase una pelota. Organiza a los alumnos en un gran círculo. Tira la pelota a uno de ellos como forma de asignar los turnos y pídele que con mímica y el apoyo de una onomatopeya represente a un animal. Los demás tendrán que adivinar el animal del que se trata. Después, el niño que ha hecho la representación tiene que tirar la pelota a otro de sus compañeros, que a su vez tendrá que representar con mímica y acudiendo a las onomatopeyas que crea convenientes un estado de ánimo o de salud que pueda referirse a ese animal. Los demás tendrán que pronunciarse («El león está triste», «El león está aburrido», «Al león le duele la garganta» según lo que crean que está representado su compañero). Cuando lo hayan adivinado, se pasa la pelota a otro compañero y se continúa con la dinámica.
Para trabajar con el léxico para expresar estados de ánimo, puedes servirte también de una actividad que encontrarás en DidactiRed. Sigue la siguiente ruta en la Búsqueda avanzada: Competencias de la lengua / Funciones / Expresión de actitudes y estados intelectuales y su comprobación / Expresar sorpresa, esperanza, satisfacción e insatisfacción, lástima, miedo, gratitud… Aquí tienes el título de la actividad que puedes utilizar: «Yo estoy así».
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Pasos de la actividad
1. ¿Qué le duele a tu burrito? Organiza la clase en grupos de seis alumnos y entrégales a cada grupo una copia de la ficha 1. Pídeles que, entre todos, relacionen los bocadillos de la ficha con la parte del cuerpo que le duele al animal. Para ello, haz lo siguiente: muestra la ficha para que los alumnos completen los textos incompletos de cada bocadillo con el nombre de la parte del cuerpo dibujada en cada uno de ellos. La idea es que vayan acercándose al contenido de la canción con la que van a trabajar, porque cada uno de esos bocadillos se corresponde con el contenido de una de las estrofas de la canción («A mi burro, a mi burro le duele la cabeza»).
Una vez que hayáis trabajado con la ficha, da paso a una puesta en común. Lo podrás hacer pidiendo a los niños que recurran a la mímica para representar todo lo que le duele al burro. Para ello, tú irás leyendo en voz alta las distintas estrofas de la canción que los niños han completado (en los bocadillos de la ficha 1), y ellos irán haciendo mímica (para señalar que al burro le duele la cabeza, le duele la nariz, etc.). Para ello, es necesario que leas pausadamente cada estrofa de la canción para que todos tengan el tiempo de hacer mímica y de disfrutar de este momento que ha de ser divertido.
Al final de esta fase, se recoge cuanto se ha hecho: cada grupo irá recitando, sin leer, el contenido de uno de los seis bocadillos de la ficha 1, es decir la primera parte de cada una de las seis estrofas de la canción. Pídeles que acompañen su recitado con algún elemento de mímica. Así ya van memorizando la canción que cantarán al final de la actividad.
2. Y tú, ¿qué le recetas? Ahora es el momento de «recetar» la cura para los dolores del burro. En la ficha 2 los alumnos tendrán que emparejar los bocadillos de las dos columnas. En los bocadillos de una columna no aparece la parte del cuerpo que duele (garganta, nariz, etc.). Los alumnos tendrán que completar los textos con la utilización del vocabulario de las partes del cuerpo que han trabajado en la ficha 1. La pista para relacionar los bocadillos de las dos columnas es la rima. Ponles un ejemplo para que quede claro lo que tienen que hacer y haz hincapié en que la parte que duela y el final de
la receta propuesta tienen que rimar.
Después, para practicar lo trabajado, pide a los alumnos que memoricen y dramaticen en parejas estos microdiálogos. Los alumnos, por turnos, irán saliendo y representando la escena protagonizada por el burrito enfermo y el veterinario ante sus compañeros. Esta actividad también se puede hacer en grupos pequeños. Los que hagan de médico/veterinario podrán hacer mímica para aludir al «medicamento» que le recetan al burrito: una gorrita negra, agüita con anís, una bufanda blanca, jarabe de limón, un frasco de pastillas y emplasto de lechugas.
3. ¡A cantar! Organiza a los alumnos en grupos pequeños y entrégales a todos la letra de la canción y llama su atención sobre el estribillo que va aumentando como una retahíla. Como en él, estrofa por estrofa, se recogen todos los «medicamentos» que se mencionan en la canción, a la hora de cantarla, cada grupo canta la estrofa que le corresponde y añade su receta al estribillo. La última estrofa la recitarán todos juntos: «A mi burro, a mi burro, ya no le duele nada, pero el muy perezoso durmiendo está en la cama». Puedes ver en el texto de la canción cómo se organiza su interpretación.
También en esta parte de la actividad la mímica es fundamental. La idea es acabar la secuencia cantando todos juntos la canción, imitando al animal y haciendo mímica por el aula. |
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Comentarios
Para el primer paso de la secuencia de actividades, puedes utilizar los bocadillos con el texto completo por un lado, y los dibujos por otro, de manera que los niños relacionen unos con otros.
La propuesta se puede ampliar con los demás animales de la granja: vaca, oveja, caballo, pato, gallina, gallo, cerdo, etc. Pueden simplemente sustituir el nombre del animal y seguir dramatizando con las onomatopeyas correspondientes; asimismo pueden simular otros dolores (la espalda, la barriga, los ojos, los pies, las patas, etc.) y proponer ellos mismos un posible remedio que rime con cada parte del cuerpo. Los consejos para la salud o recetas que propusieran para los nuevos animales podrían estar relacionados con alguno de los alimentos de la granja trabajados en el módulo (las patatas, los tomates, las naranjas, las manzanas, las peras, los cereales, el pan, las galletas, la leche, el queso, los huevos, la miel).
Un mural de la granja enferma podría ser además una actividad divertida para recoger este trabajo con remedios que se pueden emplear cuando los animales están enfermos. Podría hacerse escribiendo las partes del cuerpo y al lado el remedio correspondiente.
Para completar la secuencia, el profesor puede preguntar a sus alumnos si conocen otras canciones con animales para que se las enseñen a sus compañeros y todos las canten. Pueden ser además, canciones en otros idiomas. Los animales están muy presentes en el repertorio de canciones infantiles («Estaba el señor Don Gato, sentadito en su tejado, marramia miau miau miau, sentadito en su tejado…», «La gallina turuleta», etc.).
Para llevar al contexto real y a la realidad inmediata de los alumnos los aspectos trabajados, puedes pedir a tus alumnos que hablen de las mascotas que tienen o que han tenido, que las describan, que hagan mímica para que sus compañeros adivinen qué animales han convivido con ellos… Si se da el caso de niños que no tienen animales, pueden hablar de los animales de alguien que conozcan: de los abuelos, los primos, los del vecino… Los animales están muy presentes en el mundo de los niños y todos tienen referencias concretas de animales de su entorno a los que llaman y conocen y a los que se refieren incluso por sus nombres, y hablan de ellos a menudo. Después de esa actividad de presentación de los animales que conforman las referencias de la clase, que podéis plasmar en un mural con el título «Los animales que conocemos», se puede pedir a los alumnos que hagan un decálogo de situaciones en las que hay que estar al tanto de la salud de los animales y llevarlos al veterinario porque pueden estar enfermos. Sus producciones podrían ser del tipo:
«Hay que llevar a nuestra mascota al veterinario…
cuando
parece que está enferma;
cuando
no come;
cuando
no quiere jugar conmigo, ni con otros animales;
cuando
parece que está triste y no hay ningún motivo;
cuando
cojea, o parece que le duele una patita;
cuando
parece que le duele la barriga;
…»
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